|
.
Alberto
Pichardo Pérez (Matanzas,Cuba, 5, agosto de 1955). Nace en el seno de una
familia de músicos y su primer contacto con el pentagrama le llega de la mano
de su padre. Ingresa en la Escuela
Provincial de Artes de su ciudad natal y durante cuatro años recibe
clases de contrabajo entre otras asignaturas musicales, con los profesores P.
Domecq (Pucho) y R. Fernández (Papito). Se va formando en la dualidad de la música
clásica en el Conservatorio y la popular en el entorno familiar, hasta que
ingresa en la Escuela Nacional de Música de La Habana en el año 1975. En este
período además de su superación como estudiante y futuro profesional de la música
recibe también conocimiento de solfeo, teoría de la música, contrapunto,
armonía y pedagogía musical. Se conforma su gusto estético por la música de
su tiempo donde para él no existe diferencia entre música culta y pagana, sino
que “solamente existe música buena o excelente, mala o malísima, propia o
ajena”... |
Y
en estos conceptos estéticos musicales influyeron personalidades tan diversas
de la música cubana e internacional que sería interminable enumerar.
A
partir de que comienza su vida profesional participa en innumerables proyectos
musicales que abarcan desde música sinfónica (clásica y contemporánea),
hasta orquesta de música bailable y de ópera, entre ellos, la Orquesta Sinfónica
de Matanzas, Orquesta Sinfónica de Santiago de Cuba, Orquesta de Música
Moderna de Santiago de Cuba, bajo la dirección de Osmundo Calzado, Grupo
“Tablas”, Grupo de Percusión y Orquesta de Cuerdas de la ENA. En España
creo el Grupo “PicaSon”, y ha sido integrante de los grupos acompañantes de
Olga Guillot , Rita Irasema, entre muchos otros.
“Afrontar
la música en toda su diversidad me ha llevado a actuar en escenarios tan
diversos como teatros, salas de conciertos hoteles, carnavales callejeros,
fiestas de cumpleaños, night clubs, despedidas de solteros (y solteras),
celebraciones de bodas (y divorcios)... y
¡hasta misa de difuntos!
Como
ser humano una de las cosas que más aprecia entre sus familiares y amigos es el
sentido del humor, la sinceridad y la humildad, sobre estos tres pilares “todo
lo que se haga será bueno”.
Aborrece
las dictaduras... y los malos rollos. “Curiosamente” en 1993 decide
abandonar Cuba e instalarse definitivamente en España: “hasta que pase el
huracán” nos ha comentado en tono de broma, pero que encierra una profunda
nostalgia por su tierra. De ahí el título de este, su primer proyecto discográfico
“Sacudiendo la Raíz”.
¡Disfrútenlo! |
|