MUSICALES



Willy Chirino: entrevista

    Willy Chirino, el pionero del “sonido de Miami”, que cuenta con una carrera musical respaldada por su talento, voluntad y dedicación, goza en la actualidad de gran reputacion profesional en el continente Americano y en España. Nacido en Consolación del Sur, provincia de Pinar del Río, Cuba, llegó de niño a Miami a través de la operación Peter Pan, toca varios instrumentos, es arreglista, compositor, cantante y productor. Desde el primer larga duración en, 1974, sus discos han sido populares, Soy, Maria Magdalena, Colgando de un Hilito, Zarabanda, Artista Famoso y Tipo Tipico, son sólo algunos de sus éxitos. Ha grabado 16 discos de larga duración y su estilo definido e inconfundible, mezcla de ritmos americanos, con sabor cubano e influencia brasilera, ha logrado una evolución en la música. Con más de un centenar de composiciones a su haber, sus canciones están en constante demanda por artistas de reconocida fama internacional, entre sus intérpretes estan los Gypsy Kings, Vicki Carr, Raphael, Lissette, Dyango, Rocio Jurado, Ricardo Montaner, Charytín, Angela Carrasco, Magneto, Franco, Jorge Muñíz, Celia Cruz, Oscar de Leon y muchos más.

 Entrevista de Alvaro Carballo (Uruguay)


Willy Chirino está considerado uno de los "reyes" de la salsa. Este cubano, idéntico a George Michael, tiene 49 años y hace música desde los 14. Grabó 27 discos, tocó en cuanto escenario salsero se le cruzó y junto con Celia Cruz, es uno de los músicos latinos más famosos del mundo. De paso por Montevideo para anunciar sus actuaciones en enero (Paysandú, Punta del Este y Montevideo) cuando presentará Baila conmigo, su último trabajo. La entrevista fue en el pub del Hotel Lafayette, donde compartimos café y refrescos a cuenta de Ruben Yimezyián, el encargado de traerlo Uruguay. Con su particular estilo caribeño, habló de sus inicios en el rock y de sus adaptaciones de temas de Los Beatles a ritmo de salsa. Un monstruo.


-A los 14 años tocabas la batería en un grupo de rock. Eran locuras de adolescente?

-No no. A los 14 años tenía intención de ser baterista de rock. Y le dije a todo el mundo que lo era: les mentía descaradamente! (risas). Lo que sucedió fue que era tanta la intención y la vocación que yo tenía por la música que una vez me sorprendieron. Estábamos en una fiesta y me dijeron que habían hablado con el baterista del grupo para que me dejara tocar porque mis amigos querían ver cómo tocaba. Pero por algún motivo me subí a tocar, y lo hice suficientemente bien... o no lo hice lo suficientemente mal como para que se creyeran que les había mentido. En realidad nunca me había sentado en una batería. Había visto tantos bateristas, me había fijado tanto en lo que hacían, que tuve una cierta coordinación que no me salió tan mal. Entonces inmediatamente comencé a trabajar en una banda de rock. Eramos especialistas en la música de Los Beatles.

-Y ahora adaptás sus temas a la salsa. Cómo es adaptar Los Beatles a tu música?

-Es relativamente fácil. Yo creo que la música se puede adaptar. Cualquier estilo lo podés adaptar a cualquier canción y viceversa. Por ejemplo, yo hace un par de años en un compilado de Sony en homenaje a Los Beatles, hice un arreglo de Eleanor Rigby que no tiene absolutamente nada que ver con el original (se ríe). Es una rumba, algo muy caribeño.

-Cómo te sentís haciendo temas de quienes son, en definitiva, tus ídolos?

- Lo que es un error verdaderamente, es tratar de hacer temas que hacían los grandes maestros como Los Beatles -para mí lo son- 
exactamente igual a como ellos lo hicieron. No los puedes mejorar! Si vas a hacer una canción de Los Beatles, hazla de una manera que no 
se ha hecho anteriormente. Si vas a hacerlo, hazlo de una manera totalmente diferente. Hazlo como si fuera una canción nueva para que 
tenga éxito. De otra manera no consigues nada.

-Pudiste conocer a alguno de ellos?

-A mí me sucede una cosa muy común: me encuentro con una persona que admiro muchísimo... y me da una cierta timidez. Hace unos años estábamos en Bloomingdale's, una tienda de Nueva York, comprando cosas para mis hijos. De pronto miro a mi derecha y estaba George Harrison. Y a mí eso me emocionó tremendamente. Al extremo que salí corriendo hacia donde estaba mi esposa y le dije "mira, mira, ahí está George Harrison". Entonces me dice ella "Vamos a saludarle". Y yo "No no. Ve tú" (risas). Me escondía detrás de ella (más risas). Por fin ella fue, y cuando estaban hablando, me llamaron. Es un tipo muy sencillo. Hablamos muy brevemente, le conté de mi admiración, del 
respeto que le tenía a Los Beatles, a su historia. Y le dije que yo era músico, y fue una charla muy breve pero alcanzó. Fue muy emocionante igual.

-En Miami organizaste una fundación que lleva tu nombre. Tengo entendido que hacen una obra muy grande con niños, puede ser?

-Bueno, yo no le quiero llamar grande porque no lo es. Pero se hace una labor que ha llevado mucha ayuda a mucha gente. Sobre todo niños. Somos un grupo pequeño... Se hace muy difícil porque todas estas cosas cuestan mucho dinero. Pero se hace y cada día se engrandece más, porque mientras más ayudamos, viene más gente a pedir ayuda y hay que responderle de alguna manera.

- Tu esposa Lissette también es cantante. Has trabajado mucho con ella?

- No mucho. Nosotros no queremos que nos pongan de Pimpinela. Tú sabes que es muy común que si un matrimonio de artistas trabaja mucho junto, la gente tiende enseguida a pensar que son un dúo. Y eso es peligroso. Queremos hacer algunas cosas juntos de vez en cuando, pero si lo hacemos con demasiada frecuencia, sucede que vas a presentarte en un sitio y te dicen "bueno, y tu esposa dónde está?". Y a ella le preguntan por mí. Entonces los dos queremos que nuestras carreras sean independientes. En mi último disco hay una canción que cantamos a dúo, pero hace unos años que no hacíamos nada.

-También tenés un costado de productor artístico. Producís los discos de ella?

- No, los de ella no. Lissette es una cantante increíblemente talentosa en muchos aspectos. No solamente como cantante sino que ella siempre ha producido sus propios discos. Ella sabe exactamente lo que quiere. Incluso a principios de su carrera venía mucho a Buenos Aires a grabar sus discos ella sola. Ella conocía a los arreglistas, escogía los temas, conocía compositores y los vinculaba a su proyecto... Entonces lo único que hago es simplemente aconsejarla o decirle lo que yo opino de ciertas cosas o de ciertos arreglos. Y ella puede escucharme o no. Y yo quiero que sea así. Esos matrimonios que la mujer hace exactamente lo que dice el hombre a mí no me gustan. Inclusive a nivel pasional me gusta la mujer independiente, que tiene su propio criterio y hace sus cosas a su manera. Y ella es de ese tipo de mujer. Ella hace exactamente lo mismo conmigo. Me da sus opiniones y la escucho o a veces no. Le digo "Mira, no es lo que yo quiero 
hacer". Pero he hecho muchas producciones para muchas estrellas, como Rafael, Celia Cruz, Oscar de León, Montaner y muchos otros. Yo me siento cómodo y me siento muy a gusto en todo lo que tiene que ver con la música. Desde componer hasta producir. Soy una persona que tiene la suerte de poder ganarse la vida practicando el hobby que le gusta. Para mí la música es lo que yo amo.

- Tu nuevo disco se llama Baila conmigo, pero hacía dos años que no grababas. Te habías tomado un descanso?

- No. Descanso no hay. El proceso de hacer un disco, por lo menos para mí y para muchos músicos que conozco, lleva mucho tiempo. Anteriormente era un proceso menos complicado, porque la responsabilidad del disco, el artista la ha asimilado como algo más importante. O sea, el disco es lo que queda después que te mueres.

- Es un testamento?

- El artista es muy del legado, de pensar en términos eternos. Del dejar su obra, del querer que su obra sobreviva a su vida. Y uno piensa en eso. Yo por ejemplo, todavía hoy escucho a los maestros de hace cincuenta años, como Miguelito Curí, figuras de la música, del género de la salsa, que fueron los pioneros de este tipo de música. Y escuchándolos es como que te enseñan y te siguen enseñando. Yo sueño con la posibilidad de que dentro de cincuenta años un grupo de jóvenes uruguayos aquí, o en cualquier lugar del mundo diga "mira lo que hacía el 
cubano éste". Y por eso me demoro tanto tiempo haciendo un disco, tal vez cinco o seis meses. Y si voy a hacer un disco por año me voy a pasar la mitad del año haciendo el disco... Imposible! O sea que siempre es un proceso que dura dos años entre disco y disco. A veces uno y medio, cuando la compañía te presiona mucho.

- Me contaron que te actualizás permanentemente de todos los géneros musicales. Cómo te mantenés al tanto de todo?

- Nosotros tenemos como función achicar el mundo. Es una de las funciones del artista. Ser creadores y ser embajadores, como gente que viaja a través de diferentes países y lleva un poco la cultura de cada cual.

- Globalizar... que le dicen.

- Exacto. Por ejemplo, ayer le dije a Rubén que me llevara a ver murgas. Porque yo quería ver lo que este país tiene para aportar, musicalmente y en otros aspectos. Y lo mismo hago dondequiera que voy. Porque eso va a tener una influencia en mi parte humana, no solamente en mi música, sino también en mi espiritualidad.

- Qué te parecieron las murgas?

- Excelente. Es una manera de expresarse del pueblo. La murga se utiliza para llevar el verdadero sentimiento del pueblo, humorístico y a veces no tanto, como un mensaje social. Me parece extraordinario, una manera muy efectiva de hacer las cosas. Nosotros lo hacemos de otra manera, usando tal vez una canción como medio de crítica social o de establecer un punto de humor acerca de algo que pasa, pero la murga abarca todo eso. Es muy interesante.

- Vas a venir a Uruguay en enero. Qué le piensas dar a la gente?

- Lo que más me gusta de todo lo que hago es la actuación personal. A mí me fascina ver a un grupo de gente bailando, cantando mis canciones o simplemente divirtiéndose mientras yo trabajo. Y por eso cuando me presento es a matar. Conmigo no hay términos medios. Me preocupo hasta el último detalle. Estoy en el sonido, en las luces, en los ensayos, en el... cómo le dicen acá al sound check?.

- Prueba de sonido.

- Y estoy entonces muy preocupado para que lo que hago le llegue a la gente de la mejor manera posible. Y aparte la presentación, no solamente la mía sino la de todos los que me rodean tiene que ser a todo tren, porque es como me divierte a mí y es lo que el público se merece. Creo que si alguien paga un dinero por verte, el artista está obligado a dar todo lo que tiene. Voy a hacer todo lo posible para ello. Vengo con toda mi orquesta. Somos quince. Y yo me presento con todo el mundo, o no me presento. O todo o nada.

- Vos tenés una posición muy marcada con respecto a Cuba. El propio hecho de vivir en Miami ya dice mucho. Cómo manejás eso con la música y con tu vida?

- A veces es difícil no ser apasionado. Porque uno como ser humano ve las cosas, las observa, y piensa que tal vez artísticamente pueda hacer algo, lograr un cambio. Sin embargo, el artista siempre es visto como una persona que tiene que llevar un mensaje artístico por encima de todo lo demás. O sea, han existido y siempre existirán canciones que puedan llevar un contenido social. Pero el artista no puede enfocarse, no puede ser una persona que se dedique a llevar mensajes sociales a través de su música, porque verdaderamente la gente no quiere eso. La gente quiere escuchar al artista llevando su arte. Y llevando música. La música tiene que estar, hasta cierto punto, divorciada de la política y del contenido social. En el caso mío específico tiene que divertir a la gente, tiene que identificarme a mí con un buen rato, con algo alegre. Con algo que te va a separar un poco de lo cotidiano que son las cosas como la carga diaria, del trauma de vivir, de buscarse la vida. 

La persona quiere escuchar un disco y divertirse, y ver al artista y bailar y pasarla bien. No llegar ahí y decir "chau, mira lo que piensa este hombre". Y a veces a mí me cuesta trabajo no hacerlo. Porque soy apasionado con mi país y con la situación que sucede en Cuba, porque soy cubano, porque sé la realidad. Y veo continuamente cómo no se conoce la realidad cubana. Pero hablar de esto y cantar acerca de esto no es la manera de hacer las cosas.

- Cuál es la manera entonces?

- Convertirme en político... si lo quisiera ser. O simplemente tratar de cambiarlo, pero no a través de las canciones. Si yo tuviera la vocación para la carrera política, sí lo haría. Como artista no lo puedo hacer, porque la gente no lo quiere oír, y no voy a conseguir absolutamente nada. A mí me ha sucedido que veo a un artista transmitiendo un mensaje político que no es el mío, y de ninguna manera me convence. De alguna manera lo que existe es un rechazo. Todas las personas que no pueden coincidir políticamente conmigo, si escuchan una canción mía lo que hacen es rechazar, no escuchar. Es imposible a través de una canción, un disco o una entrevista artística, contar y abrirle los ojos a la gente. Porque simplemente no te creen. La alternativa sería dejar la música, que es mi pasión, y dedicarme a hacer el sacrificio que han hecho otras personas de llevar el mensaje del pueblo.

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